Describe fenómenos que acontecieron en el pasado. La fuente básica de información son los documentos. Es un tipo especial de investigación descriptiva. Utiliza fundamentalmente metodología cualitativa.
En la investigación histórica, encontramos al viejo maestro de historiadores cubanos, el profesor Juan Martín Leiseca, quién definía el objeto esencial de la Historia simplemente como la reseña de los sucesos pasados, para él, el sujeto de la Historia es el hombre y su fin presentar a los hombres actuales el relato y consecuencias de los hechos del pasado, para que por el estudio y comparación de esos hechos encuentren enseñanza y guía en su labor del porvenir. Pero estas definiciones deben ser llevadas al campo de la Filosofía de la Historia que conceptualmente es la narración analizada, comentada y comparada de los hechos.
Asimismo, la Investigación histórica se relaciona no sólo con la historia, sino también con las ciencias de la naturaleza, con el derecho, la medicina o cualquier otra disciplina científica. El investigador cuenta con fuentes primarias y secundarias. De las fuentes primarias, el investigador obtiene las mejores pruebas disponibles: testimonios de testigos oculares de los hechos pasados y objetos reales que se usaron en el pasado y que se pueden examinar ahora. Las fuentes secundarias tienen que ver con la información que proporcionan las personas que no participaron directamente en ella.
El método de investigación histórica es analítico-sintético. Es indispensable que en el estudio de las cuestiones históricas se analicen los sucesos descomponiéndolos en todas sus partes para conocer sus posibles raíces económicas, sociales, políticas, religiosas o etnográficas y partiendo de este análisis llevar a cabo la síntesis que reconstruya y explique el hecho histórico. El método analítico es el heurístico, palabra que proviene del término griego heurisko que quiere decir yo busco, descubro y que es el método que se usa para encontrar lo nuevo, lo que se desconoce.
El método de síntesis es el hermenéutico, palabra que proviene del término griego hermeneuo, que quiere decir yo explico y que consiste en el arte y teoría de la interpretación, que tiene como fin aclarar el sentido del texto partiendo de sus bases objetivas (significaciones gramaticales de los vocablos y sus variaciones históricamente condicionadas) y subjetivas (propósitos de los autores).
La investigación histórica también es deductiva-inductiva. Deducción, palabra que proviene del latín deductio, que quiere decir sacar consecuencias de un principio, proposición o supuesto, se emplea para nombrar al método de razonamiento que lleva a la conclusión de lo general a lo particular.
Por otra parte, Inducción, término que procede del latín inductio, que quiere decir mover a uno, persuadir, instigar, nombra al método de razonamiento que asegura la posibilidad de pasar de los hechos singulares a las proposiciones generales, o sea de lo particular a lo general. Aunque la historia general de un país no es exactamente la suma de sus historias locales, es muy importante conocer los hechos particulares para alcanzar las conclusiones más reales en los resultados de la investigación histórica.
Por lo tanto el método de investigación histórica debe ir de lo general a lo particular, pero debe ser completado de lo particular a lo general. Entre los principales submétodos de investigación histórica se encuentran el cronológico, el geográfico y el etnográfico.
El cronológico, es el más importante. Cronología proviene del nombre griego Cronos, que es el Dios del tiempo, por lo tanto el conocimiento del desarrollo de los hechos por orden sucesivo de fechas es imprescindible en toda investigación histórica. A partir de ella se facilita extraordinariamente la interpretación histórica.
El submétodo geográfico es el que trata los sucesos por orden de pueblos. No es posible escribir la historia de un país o una región si no se tiene un conocimiento acabado de su geografía. Y por último señalaremos el submétodo etnográfico que relaciona los hechos históricos por razas, nacionalidades, religiones, manifestaciones culturales y otras.
Por otro lado, las fuentes del método de investigación histórica se pueden enmarcar en los siguientes conceptos, aclarando eso sí, que cualquiera que sea la fuente escogida por el investigador, su criterio a la hora de evaluar su idoneidad es decisivo. En este contexto podemos enumerar las siguientes:
- SEGÚN EL CRITERIO POSICIONAL
FUENTES DIRECTAS Y FUENTES INDIRECTAS: Pueden interpretarse también como primarias o secundarias. Esto aplicado a los escritos cronísticos, a las memorias, a los reportajes. Aunque hoy esta clasificación debe atender a otros criterios como son la funcionalidad o idoneidad de una fuente, para catalogarla como de primera mano o no.
- SEGÚN EL CRITERIO INTENCIONAL:
FUENTES TESTIMONIALES Y NO TESTIMONIALES: Las fuentes testimoniales son aquellas que proceden de un acto intencionado, y no testimoniales a las involuntarias. Las fuentes testimoniales son tal vez las más manipulables, pero hasta hoy la mayor parte de la historia del mundo se ha hecho en base a estas.
- SEGÚN EL CRITERIO CUALITATIVO:
FUENTES MATERIALES Y CULTURALES: Las fuentes materiales son todas aquellas que interesan por el objeto tangible en que se presentan, ejemplo, los restos arqueológicos y las culturales son todas aquellas escritas, habladas, simbólicas o audiovisuales que transmiten un mensaje en lenguaje más o menos formalizado.
FUENTES NARRATIVAS Y NO NARRATIVAS: Son categorías centradas en lo que es el discurso textual, la narrativa se basa en todo lo que es el relato, crónica, reportajes, memorias y las no narrativas en fuentes no testimoniales, es decir, aquellas que emiten un mensaje con su presencia física; desde los restos prehistóricos hasta la llamada ahora “arqueología industrial”.
- SEGÚN EL CRITERIO CUANTITATIVO:
FUENTES SERIADAS Y NO SERIADAS: Esta condición alude esencialmente, aunque no de forma exclusiva, a la distinción que puede hacerse en las fuentes de las que puede extraerse, un contenido expresable numéricamente, frente a las que no tienen esta posibilidad. Esta seriación alude sobre todo al contenido de la fuente y no a la seriación en el tiempo, pues se deduce que si es histórica, debe estar seriada en el tiempo. Se puede emplear para garantizar el significado y confiabilidad de los hechos pasados en las ciencias de la naturaleza, el derecho, la medicina, la religión o cualquier otra disciplina; puesto que cuando se aborda un estudio histórico, el investigador se entrega a algunas actividades que son comunes a todos los trabajos de investigación.